Como suele decirse en los deportes colectivos, no importa reunir a las mejores individualidades si no se consigue armar un equipo. Algo de eso hay en El sindicato, nueva propuesta de Netflix, que a pesar de reunir a tres actores de probado éxito, sin embargo no logra ponerlos al servicio de un producto decente. Nota: en este caso la decencia no solo tiene que ver con cierta efectividad en el manejo de las fórmulas del cine de acción, que la tiene, sino sobre todo con la muy escasa originalidad con la que las mismas son usadas.<br /><br />Protagonizada por Mark Wahlberg y Halle Berry, apuntalados por el siempre efectivo J. K. Simmons, la película abreva en el universo de los espías, y sus personajes forman parte de una agencia ficticia, el Sindicato del título, que trabaja ahí donde no llegan los canales oficiales, del FBI y la CIA al MI5 y el MI6. Subsidiaria de la etapa más pop de la saga James Bond, El sindicato se asienta en la combinación de elementos de géneros como la acción, la comedia y el romance, con la abierta intención de ampliar su target lo más posible. Es necesario recalcar que con intenciones muy similares hay otras películas y sagas que consiguieron resultados mucho más satisfactorios, dentro de las cuales Kingsman es un buen ejemplo.